¿Y? ¿Ya Terminaron Los Asados Del 24?

No se...

Yo pregunto.

Por las dudas...

A ver si me perdí de alguno, o me confundí de día y vine a trabajar cuando no tenía que venir...

¡Sacrilegio!

Es que lo siento.

Siento en el aire el aroma a rasqueta post ¿domingo de miércoles? y se me escapa una sonrisa cómplice :D

[Nivel de rascada de bolas en sangre: a punto de hacer ejercer su derecho]

Pero voy a seguir intentando trabajar, aunque sea “algo”. No así, dejar de escribir para ustedes. Ojo, no porque YO quiera sino porque MI piel así lo requiere, dado que, evidentemente, el feriadito sandwichero me sobrepasó en expectativas y aun quedan residuos, entre ellos, una sonrisa dibujada, que, como todos sabemos, hace la vida más simple, más clara.

Al respecto, un día próximo pasado, alguien que me considera una tipa “compleja” (palabra que no mantiene relación de sinonimia con el término “complicada”, aclaro) me indagó: “¿Por qué no escribís tus relatos en un libro?”; a lo cual respondí: En una primer etapa, recurra a http://www.google.com.ar/ para encontrar respuesta a su consulta, que si bien “no nos molesta”, a veces podría ser inoportuna. Luego, utilice su cerebro para, en caso de obtener réplicas, no creer en ninguna de ellas y formar su propia idea, teniendo en cuenta la siguiente información ya conocida:

Prefiero que mis escritos sean totalmente libres, “¿breves?” y espontáneos... así son mas libres y punto. Además, y a riesgo de pecar de repetitiva, sería una hijaputéz editar esta falta de respeto constante. Por el contrario a lo aparente, la “complejidad” es un halago. Algunos no entienden como funciona esto… otros si, entonces agarran, cambian la letra de la canción de la Sirenita y vienen a mostrármela. Y yo pienso: Esos que preguntan si Andreita habla IGUAL a como escribe… ¿¡No se preguntan si quien cambia la letra de la canción de la Sirenita la va cantando por la calle con el Karaoke mp3 a full!??

Sucede que estamos acostumbrados a "estructuras conocidas". Una canción, por ejemplo, es una estructura conocida, pero no un texto, que es sinónimo de "pensamiento libre".

Tanto es así esto de pensar libremente que HOY, mientras subía las escaleras, en velocidad cuasi tortuga (con 2 minutos reloj previo a fichar dactilarmente a mi favor) me percato (a 2 escalones de la recta final) que el ascensor se va sin mí. "No importa", pensé. Espero una partida y tiro los dados nuevamente, digo… y subo.

Ya en el correspondiente piso de oficina, rompo la pila de personas amontonadas en la puerta del ascensor que no cazan un fulbo en la materia AFDdE “Administración Física Dentro de Edificios”, y me dirijo hacia mi escritorio-destino.

MISTERIOR: ¿Por que la gente se amontona en las puertas de los ascensores y no deja pasar a las otras gentes mas apuradas?... ¡MISTERIOR!

Llego a mi oficina y además de notar que la sumatoria algebraica de caras de ojete que tiene la gente ahí adentro es infinita, me percato de que MI sillón carecía de presencia en el lugar de los hechos. “Desde lejos nos se ve”, decía Ciro, el cantante de los Piojos… y tenía razón (aparentemente), por lo cual decido acercarme a ESE sujetoide que se había adelantado en la primer tanda de ascensor, y que, por esas cosas de la vida, la Ley de la GravedaT y Newton, terminó subiendo primero y acaparando lo que no le corresponde bajo la excusa de ser “el único elemento apoya sentaderas disponible en ese Condado”.

“No importa”, pensé. “Es bueno estar parada y que los músculos del cuerpo se acuerden lo que es hacer fuerza”, todo esto, relacionado con la vida sedentaria de un Oficinista tipo. Cuestión que levanto UN glúteo para corroborar la tensión muscular del mismo en esa latitud y zona horaria y me digo para mis adentros: “Oficinista o no, tengo buen ojete gracias al Basquet y al Spinning”. Seguido a esto, el flaco usurpador, previendo un anochecer eclipsándolo a las 8 am, abandona el lugar y andreita reconquista pertenencias.

“Calentita la dejó (a la silla) pensé”. Y no sabía si era porque exteriorizaba su temperatura corporal o porque está “quenchi”. Y afirmaba positivamente ésta última hipótesis porque desde que subí no dejó de mirarme. Hasta que en un escaneo de rutina clavó su mirada, mas que sus pensamientos, y me desafió a ver quien corría la vista primero. "¿Ah, si?"… y le hice la guerra visual, ganándola, sin dudas.

Ya sentada, y ojeada, en otro scanner de rutina noto que todos los tipos, machos, adultos, de entre 20 a 35 años aproximadamente, Oficinistas (y algunas de las chichas también) llevan una cuasi onda “Gauchesca Urbana Veintediez". Ellos usan cinto blanco con la guarda pampa bordeada.

Yo no.

Me alivio.

¿Seré otra clase de Ser Humano? Me cuestiono. Una pena no tener a la Jelinek de compañerita para develarme este dilema de chica “casi latina” existencial.

Entre tanto entrenamiento neuronal, vuelvo a notar como los hombres no saben mirar con sutileza y terminan con cara de pajeros, siempre e indefectiblemente; pero no les importa. En cambio, las mujeres, con alta capacidad de autogestión, miramos todo pero no se sabe si miramos. De hecho, miremos o no, no interesa, la tenemos RE clara en eso de "hacernos las boludas marca ACME", pero la realidad es que no se nos escapa ninguna tortuga.

Conclusión: Me gusta observar a la humanidaT.

Luego de mi análisis ejecutivo del día de la fecha, y mientras abría la ventana lo más que podía e invitaba al aire matinal a ingresar y purificar la jeta de gente expectante por mis diligencias dibujeriles… suena el teléfono, ¡8 am y suena, con precisión quirúrgica, el puto teléfono! ¡No me dejan llegar! Me apuro en poner la pava y atender, pero, efectivamente, no llego.

Y como las prioridades, son las prioridades, “si es tan importante, llamarán después”, pienso, mientras continuo poniendo yerba al mate y perdiéndome en las letras de Sabina, en este caso en su tema "Crisis". Muy 70/80´s me pareció, pero mas real que el 2010, en todo.

[Ya vengo, se me hierve el agua].

(He vuelto).

Mientras me auto-cebo el primer mate, comienzo a preparar las ventanas de Windows para hacer alt + tab e intentar trabajar, por supuesto, intercalando con la redacción.

EL RIESGO PAIS está por 6000 a estas alturas, pero no nos interesa, ya que estamos a cargo de actividades mucho más importantes, o sea, armando una Planilla Excel (¡Odio Excel! ¡Lo odio tanto!) que pronostica las necesidad de materiales requeridos aproximadamente para TODO el 2010. Ya la había armado, pero me dijeron: "Es mucha guita, recortá por favor" (sin notar que ese "recortá" es la madre de TODAS las cagadas que nos mandaremos en la posteridad, por el cual terminaremos enviando a Ushuaia el único ladrillo que tenemos y/o compramos porque “no nos permitieron mas”... pero que tenía por destino Jujuy).

Es decir, yo pido 10 kg de bananas ecuatorianas y mi jefe me contesta: “Recortá el pedido y además fijate donde se consiguen más baratas”. Me consuelo pensando: ¿Por que no? ¡Si a esta cabecita le mandás pan rallado y berenjenas y te saca suprema a la napolitana! ¡Avanti con los faroles!

Así termino, autoconvencida de mi genialidaT, haciendo cosas de otro Sector que no me corresponden. Entonces balbuceo internamente, cual simple “transformadora de energía”: ¡LA CONCHA DE TU HERMANA, FORRO!... y sigo haciendo el Excel, tomando mates y escribiendo el post.

Porsupuestamente que (y como podrán observar) el nivel de atención que tengo para con mis cosas es superior que para el que tengo con mi trabajo. Me vuelvo a autoayudar cual Paulo Cohelo (pero con menos recursos): “No te preocupes, es el costo de la exposición del pensamiento seguido de la acción certera. NADIE está acostumbrado a saber el pensamiento del otro, mucho menos a laburar, mucho menos un jefe. Parece que sí, ¿No? Tanta información, ¡Era de la información!, aumento de la información, y bla bla bla… y el cerebrito no caza un fulbo. Sucede por eso, porque nadie presta atención, ni les interesa".

[Para Recordar: El que sabe sabe y el que no... ¡es jefe!]

Entonces, a raíz de esta "diferencia de caracteres” es que ideo una sencilla tablita de valores:

Columna “IN”: Jefe say: “HACÉ ÉSSSSTO”.

Columna “OUT”: Andreita say: “HAGO LO QUE SE ME CANTA EL CULO”.

Si, Si. O sea, a tomar mate, a escribir para la Banda Budinera, a leer el Gran Corneta Argentino para tener más info sobre los pasos de comparsa en conmemoración del 24 y a escuchar como algunos, además de no saber los motivos del feriado, aun se preguntan ¿por qué? la noche anterior había tantos culos… y tan pocos lindos en el bolichito donde son asiduos, demostrando una vez mas que somos alumnos, simples y modernos, o sea, que no entendemos un pomo de nada.

Por ende, y para culminar, en muy pocas palabras y algunos acordes, un grosso total, y coterráneo Santafesense, mediante una ESTRUCTURA CONOCIDA (música), nos explica, bastante mejor que cualquier PENSAMIENTO LIBRE (texto de mi autoría), como son las cosas.



“…si un traidor puede mas que unos cuantos, que esos cuantos NO LO OLVIDEN fácilmente…”